::::Simplemente-Tamaño-Relativo es = a TR : TIEMPO-REAL (un sólo Misil = Harmagedon Apoc.16,16 (...) :::: - ::: NARCO-ARGEN-MEX (...) y los Kirchner :::
:: Presidente & Director-del-Gabinete-de-Crisis : Federico MACIEL-MAGGIORA
El efecto cucaracha llegó a Argentina, donde reaparecieron los narcos mexicanos. Y ahora también, como hace una década, aparecen involucrados políticos de ese país con los cárteles de la droga.
El 18 de julio pasado, nueve narcos aztecas fueron detenidos en una finca de Buenos Aires, en el barrio de Escobar, donde la policía encontró un laboratorio para producir drogas sintéticas. De acuerdo con información de la policía argentina, éste es el laboratorio más grande que se ha descubierto en el país. La finca tiene diez habitaciones, cada una escogida para una etapa del proceso de producción de metanfetaminas, y había sido adquirida dos meses antes del descubrimiento por el único argentino detenido en el operativo.
Pero la policía no había establecido los nexos políticos de los narcotraficantes mexicanos —todos oriundos de León, Guanajuato, según dijo la policía—, hasta que la semana antepasada fueron asesinados tres empresarios. Un policía le explicó al diario El Clarín que ocho de los mexicanos detenidos habían llegado al país un mes antes.
En los pasos de Amado
No es la primera vez que narcos mexicanos aparecen por la tierra del Ché. A mediados de la década pasada, Amado Carrillo Fuentes realizó fuertes inversiones en ese país, según una investigación del periodista Andrés Oppenheimer, publicada en su libro Ojos vendados.
Oppenheimer documentó entonces que Carrillo Fuentes puso al frente de la operación para asentarse en Sudamérica, nada menos que a Eduardo González Quirarte, su brazo derecho, quien se encargó de contratar banqueros, agentes de bienes raíces y abogados con los mejores contactos políticos, con miras al posible traslado de la sede central del cártel de Juárez a la Argentina. Ya para entonces tenían negocios en Chile y Uruguay, por lo menos. “En los meses que siguieron a la llegada de González Quirarte al país, el cártel de Juárez invirtió más de 60 millones de dólares en la Argentina, según estimados de la Interpol de México. De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) de la Argentina, el monto subió a 130 millones en un año”, dijo Oppenheimer.
Pero el dato más relevante lo fue sin duda el siguiente: Oppenheimer escribió que una fuente de la policía mexicana le contó que al catear una propiedad del Señor de los cielos “encontraron una rendición por un millón de dólares para la campaña política argentina de 1999 de la fórmula Eduardo Duhalde-Ramón (Palito) Ortega. Vine a la Argentina, entrevisté a Duhalde, a Ortega y ambos negaron categórica y tajantemente haber recibido fondos del narcotráfico. Lo concreto parece ser que la policía mexicana encontró rendiciones que indicaban que más de un millón de dólares habían sido dados a la campaña de Duhalde-Ortega.
La revista Proceso publicaría después que el aporte a la campaña, según las denuncias, rondó el millón de dólares y se hizo a través de Aldo Ducler, director de la financiera Mercado Abierto y del MA Bank de las Islas Cayman. Ducler fue ministro de Hacienda de la dictadura, colaborador del menemismo y asesor de Ortega.
Ahora la Kirchner
Nada de esto debe desdeñarse ahora, menos porque con el nuevo narcoescándalo en Argentina vuelven a aparecer las complicidades de la clase política del país sudamericano y la capacidad que tienen los cárteles de la droga mexicanos para infiltrarse en los más altos círculos del poder.
La policía argentina habla de “diversos niveles” de políticos presuntamente involucrados con los narcos, y por lo menos ya tienen confirmado el contacto entre el ex funcionario municipal detenido, Manuel Poggi y el mexicano prófugo Jesús Martínez Espinoza, presunto líder de los narcos capturados en julio, pero empiezan a preguntarse por qué Sebastián Forza, uno de los empresarios asesinados y contacto directo de los narcos mexicanos, colaboró con fuertes sumas de dinero en la campaña electoral de Cristina Kirchner.
Los tres empresarios fueron asesinados apenas la semana pasada y el tema ha estado creciendo rápidamente como bola de nieve. Los principales diarios argentinos no han dejado de manejar el seguimiento de la información en sus portadas y minuto a minuto están actualizando sus páginas web.
Contra lo que ocurre en México, allá la información de los operativos policiacos fluye casi de inmediato. En solo una semana se supo que el asesinato de los tres empresarios estaban ligados a la detención de nueve narcos mexicanos, presuntamente del cártel de Sinaloa; que uno de los empresarios era el contacto de los narcos para proveerlos de efedrina barata; que éste había sido el intermediario para otorgar financiamiento a la campaña presidencial de la Kirchner; que por lo menos un funcionario municipal hacía llamadas frecuentes a la casa-laboratorio asegurada en julio, y que, por lo tanto, también el alcalde podría estar involucrado.
No hace mucho tiempo, un grupo de colombianos compró tierras en un barrio de Buenos Aires y de inmediato el alcalde ordenó que se taparan algunos accesos para que los colombianos no tuvieran contacto con otros vecinos. Y los opositores ya empiezan a preguntar por qué.
Es decir, que allá también se cuecen habas.
Bola y cadena
LA POLICÍA ARGENTINA DIJO DESDE un principio que los mexicanos son originarios de León, Guanajuato y que posiblemente sean parte del cártel de Sinaloa. Habrá que ver. Pero quien puede estar muy enterado de todo es el general Roberto Aguilera Olvera, pues él fue agregado militar en Argentina desde 2006. Él y el general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy fueron sacados del país para supuestamente protegerlos del narco después de que habían sufrido amenazas. Antes de irse a la Argentina, Aguilera Olvera fue director del Centro de Inteligencia Antinarcóticos de la Sedena, de modo que algo sabrá de los mexicanos detenidos y de sus conexiones en Sudamérica.
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